martes, 16 de agosto de 2011

Más de 20 chef de cocina internacional en Camagüey


El título de Chef de Cocina Internacional otorgó la Asociación  Culinaria de Camagüey (ACC)  a 22 de sus integrantes, con una vasta experiencia, conocimientos y prestigio.

La Casa natal del Mayor Ignacio Agramonte fue sede de la ceremonia, efectuada el 13 de agosto, cumpleaños 85 del Comandante en Jefe Fidel Castro, líder histórico de la Revolución cubana.

Teófilo Ramón Rodríguez, presidente de la (ACC) y uno de los galardonados,  explicó el compromiso que implica esta categoría, en el objetivo permanente de dominar los conocimientos para ofrecer platos de calidad oriundos de diferentes regiones del mundo, tanto para visitantes foráneos como nacionales.

Walter Marcial recibe su certificación
Un momento emotivo fue cuando la mayoría de los presentes en el encuentro se trasladó para la casa de Walter Marcial Rodríguez Suárez, especialista del restaurante del Hotel Villa Coral, para entregarle su certificación, pues actualmente se restablece de una compleja operación quirúrgica.

Los chef categorizados laboran fundamentalmente en el sector del turismo, sobre todo en el polo turístico de la playa Santa Lucía, y en la ciudad de Camagüey, donde acaban de inaugurar el hostal Camino de Hierro – de 10 habitaciones- ubicado en la céntrica calle de Maceo, ahora  convertida en una bella área peatonal.

En un acto celebrado recientemente  en La Habana, la Federación de Asociaciones Culinarias de la República de Cuba concedió el título de Chef de Cocina Internacional a 254 de sus miembros de todo el país.

Gerard Dupont
Una amplia representación de ellos recibió su diploma correspondiente de manos de Eddy Fernández, presidente de esa organización, y de Gerard Dupont, presidente de la Academia Culinaria de Francia, quien en sentidas palabras les recordó que el mayor reconocimiento proviene de los clientes, de ese público al que se le brinda el servicio.

Dupont subrayó que el reto radica en demostrar todos los días cuán preparado se está, por lo cual es necesaria la superación constante, y sentirse motivado y atendido para dar lo mejor de sí en el lugar donde se labora.

Eddy Fernández recordó que este año se cumplen tres décadas de fundada la Federación de Asociaciones Culinarias de Cuba, y es la primera vez que entregan ese título, el cual podría ser extensivo a otros que ya fallecieron, como Gilberto Smith, quien mundialmente supo llevar el prestigio de la cocina cubana al más alto nivel.

Fotos: Orlando Durán Hernández



---------------------------------------------

 Reseña de la breve visita que realizó Gérald Dupont a Camagüey en febrero del 2009:

Sólo se puede cocinar con amor



El Presidente Mundial de la Academia Culinaria de Francia, Gérard Dupont, acaba de andar, como uno más, por las calles de Camagüey, una ciudad que hace apenas unos días cumplió sus 495 años, y una parte de su Centro Histórico fue declarada por la UNESCO Patrimonio Cultural de la Humanidad.


Quizás por este antecedente fue que escogió a esta localidad para conocerla, como parte de una visita que realiza a Cuba, invitado por la Federación de Asociaciones Culinarias de la República de Cuba.


Aquí estuvo en las plazas de San Juan de Dios y de El Carmen, entre otros lugares históricos; le impresionó la Casa Natal de El Mayor Ignacio Agramonte, y de manera especial su antigua cocina, lo cual corroboró Yudeini Pérez, vicepresidenta de la Asociación Culinaria de Camagüey, quien lo acompañó con otros especialistas locales del giro.


Luego continúo hacia Santiago de Cuba, y por la premura de su viaje por Camagüey nos quedamos con los deseos de conocerlo, pero de una reciente estancia suya en México, aquí están algunas de sus declaraciones:


"La gente vive por medio de la comida, porque comer es una manera de estar juntos y lo importante de una invitación es que nos da la posibilidad de compartir".


"Existe una relación obligada, porque sin comer no podemos vivir, pero también la alimentación es el momento para reunirnos todos: la familia y los amigos. Cada vez que hay un problema, se hace un banquete para solucionarlo.


“Igual si pasa algo bueno o malo, hasta cuando se muere alguien... siempre se hace un banquete", agregó Dupont, presidente de la Academia Culinaria de Francia, desde hace 10 años.


A sus 65 años, el reconocido chef francés sigue innovando y propone degustar platillos, en los que salsas y complementos se entregan en recipientes separados para que el comensal elija la medida que desea.


La Academia Mundial Culinaria de Francia, que preside, fue fundada por el chef Joseph Favre en 1883, con el fin de hacer un diccionario de cocina. Dos años después se publicó, y esa obra es como la Biblia de los chefs.


Actualmente consta de cuatro volúmenes y sigue evolucionando. Trabajan en ello 40 cocineros franceses con la colaboración de otros 900 expertos en cocina que se encuentran en los más diversos países del mundo.


Gerard define el arte culinario con una única palabra: amor. Sólo se puede cocinar con amor, como lo hacen las abuelas cuando cocinan para sus nietos o las madres cuando lo hacen para sus hijos.


Por otro lado, el amor hacia los productos. Los ingredientes que uno utiliza son productos vivos, que provienen de la tierra y la naturaleza, por eso se tiene que amar para que podamos tener una buena nutrición.


Para él la cocina es algo que se renueva cotidianamente: "No la hay nueva o antigua, la cocina se renueva cada día.


Dupont va constantemente de un lado al otro del planeta, para impartir conferencias sobre cocina y turismo, y para hacer demostraciones culinarias, en Europa y en países como Japón, Chile, Perú, y México, entre otros. "Viajo por el mundo seis a siete meses de cada año".


Gérard Dupont goza su oficio, al que se ha dedicado en cuerpo y alma desde los 13 años de edad. Se inició como aprendiz de cocina en el hotel L´Aigle Noir en Fontainebleau, Francia, y años después trabajó en Rusia, donde se familiarizó con la cocina de ese país.


Tras haber interrumpido su carrera para realizar el servicio militar en África, a la edad de 26 años llegó a la ciudad de México, como jefe y responsable del establecimiento del afamado restaurante Fouquet´s. Asimismo, ha participado en la reedición del Diccionario Gastronómico Larousse, entre otras muchas actividades.


Para él existe una gran diferencia entre lo que se conoce como la industria de la comida y la cocina: "La primera es como la pintura que se puede aplicar sobre cualquier pared, y la cocina es como la pintura en un lienzo: un jefe de cocina es un administrador y no necesariamente tiene qué saber cocinar, mientras que el cocinero es el verdadero artista y los jóvenes que actualmente están aprendiendo deben obtener su diploma a través de educación y disciplina".


"No hay cocina antigua o moderna, sólo existe la cocina y ésta cambia como la vida. Hoy se busca una muy natural y más agradable".


Un cocinero es antes que nada un trabajador manual que debe tener técnicas profesionales, que debe saber a la vez cocinar, conocer el producto, saber transformarlo, enfatizar su valor y más allá debe ubicarlo en el lugar estético más importante.


El cocinero debe saber dibujar, debe conocer la naturaleza. Piensa que en las Escuelas de Gastronomía deberían dictar cursos de dibujo. El trabajo del cocinero es manual, la responsabilidad es la mano, pero esa mano debe ser inteligente.


Todo el mundo habla de mundialización, el habla de cultura. El cocinero es un traductor de otra cultura. Por eso no cree en la globalización.


Un buen cocinero significa para él la conciencia de la profesión. Un cocinero puede haberse enterado que su mujer lo engaña ese mismo día y en ese mismo momento, pero el resultado de su plato debe ser el mismo. No puede haber inestabilidad.








No hay comentarios:

Publicar un comentario