Mujeres camagüeyanas merecieron La flor de la cocina

Mabel elaboró Rollitos de tasajo

Grisel Bruneta Frómeta y Mabel Luis Romero, dos experimentadas cocineras camagüeyanas obtuvieron, como delegación provincial, el primer lugar del encuentro técnico La flor de la cocina, en recordación a Celia Sánchez Manduley, celebrado en Holguín, con la participación de las cinco provincias orientales y Camagüey. 

Grisel, de la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte, presentó  como plato típico local el Pan Patato, mientras que Mabel, del Gran Hotel, elaboró el conocido Rollito de Tasajo.

Ambas elaboraciones son propias de nuestra provincia, muy vinculadas a la historia, pues el Pan Patato,  oriundo de Sibanicú,  el Héroe Nacional José Martí lo anotó como receta, con un proceso de elaboración casi idéntico al actual, en el tomo 22 de sus obras completas, en la página 214, mientras que el Rollito de Tasajo fue un plato preferido por la camagüeyana Gertrudis Gómez de Avellaneda, una de las voces más auténticas del romanticismo hispano.

La Asociación de Camagüey, una de las primeras del país en constituirse, en 1981, otorgó recientemente el título de Chef de Cocina Internacional a 22 de sus integrantes con una vasta experiencia, conocimientos y prestigio.

Esta categoría implica el objetivo permanente de dominar los conocimientos para ofrecer platos de calidad oriundos de diferentes regiones del mundo, tanto para visitantes foráneos como nacionales.

Los chef categorizados laboran fundamentalmente en el sector del turismo, sobre todo en el polo turístico de la playa Santa Lucía, y en la ciudad de Camagüey, donde hace unas semanas inauguraron el hostal Camino de Hierro – de 10 habitaciones- ubicado en la céntrica calle de Maceo, ahora  convertida en una bella área peatonal.

Anécdota: EL PAN DE LOS CAMARADAS

En un almuerzo ofrecido a José Martí en casa de un obrero, en Cayo Hueso, se sirvió un plato de puro origen mambí. Se le pidió por los comensales que dijera lo que era, y, al no acertar, Serafín Sánchez explicó que se llamaba “pan patato” y cómo se confeccionaba y que era comido por los mambises en la guerra de los Diez Años.

Martí tomó un buen pedazo, y, después de saborearlo, exclamó:

-¡Esto es delicioso comerlo, y santo rememorarlo, entre los que tendrán que llamarse camaradas!

Foto: Otilio Rivero Delgado