Más
de 80 muestras fueron presentadas y degustadas en el XXIII Festival Nacional de
Vinicultores, que durante tres días sesionó en esta ciudad, con el reclamo a
los productores cubanos para mantener la tradición desde la familia, el barrio,
municipios y provincias.
El
vino semiseco de Inés María Acosta García, de la bodega Don Noel, de Sancti
Spíritus, conquistó el gran premio de esta edición, por su transparencia,
agradable aroma y gusto; y recibieron reconocimientos las tres mejores muestras
en las categorías de blanco, rosado, tinto, espumoso, seco y dulce.
Por
Camagüey, Yodanis Rey Quirós, coordinador del club de vinicultores Tuabaquey,
alcanzó el segundo lugar entre los vinos espumosos, con su Sidra 500, dedicada
al medio milenio de la Villa de Santa María del Puerto del Príncipe.
Catadores
preparados en cursos se encargaron de decidir cuáles fueron los vinos de
superior elaboración en las variedades de blanco, rosado, tinto, espumoso,
semiseco, seco, semidulce y dulce.
Sancti
Spíritus se ubicó en el primer lugar entre las provincias, seguida de Ciego de
Ávila y Holguín, plazas que se reafirman como fuertes productoras de vinos
artesanales dentro de un movimiento que en el país agrupa a más de 400
elaboradores, en 28 clubes.
Fue destacable el evento teórico, en el cual debatieron ponencias acerca de la
elaboración de la bebida, materias primas y degustación, y en el que fue
premiado el trabajo sobre la conservación de las frutas en azúcar, expuesto por
la representación de la provincia de Holguín.
Noel
Morales, coordinador nacional de los Clubes de Vinicultores cubanos, al
clausurar el encuentro instó a quienes de forma artesanal producen los vinos, a
elevar la calidad de las ofertas a lugareños y visitantes en cada territorio, y
al mejor aprovechamiento de las futas tropicales.
La
próxima edición del Festival Nacional de Vinicultores tendrá lugar en Santiago
de Cuba, el venidero año.
Como
parte del Festival, realizaron la Primera Feria Nacional del Vino Artesanal
Cubano, con sede en el Centro Recreativo y Cultural Casino, donde los
productores compartieron con la población -sobre cómo hacer esta bebida y las
características de la acción de catar.
Junto
con chefs de la Asociación Culinaria de Camagüey, realizaron una cata popular y
montaron una mesa bufet para orientar de forma teórico práctica el maridaje entre vinos y alimentos.
Como dato curioso se conoció
que más de cuatro millones de botellas de vinos comercializan anualmente los vinicultores
cubanos, y se dan pasos significativos para insertar las producciones en el
turismo internacional de Cuba, pues la calidad y variedad de éstas son
significativas, no obstante los compradores de las bebidas de la red hotelera
del país siguen acudiendo al mercado foráneo.
El 85 por ciento de los
asociados se concentran desde Villa Clara a Camagüey y destacó la labor también
de Holguín y Santiago de Cuba.
La ciudad de Camagüey fue
designada la sede de la cita por la labor en la cultura de la fabricación
vinícola y en el contexto del aniversario 500 de la comarca de pastores y
sombreros, a decir del Poeta Nacional Nicolás Guillén, festejado el pasado 2 de
febrero.
Los vinos camagüeyanos se
están insertando en el mercado local, especialmente los prevenientes de Bodegas
del Rey, a través de la marca registrada de sidra Cetro del Rey, entre otras
variedades.
Ese tradicional licor tiene
para el ser humano efectos cardiovasculares, anticancerígenos, nutricionales,
digestivos, antioxidantes y antiestrés.
Fotos: Del autor
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