Camilo ha regresado a la camagüeyana Avenida Finlay. Retornó, con su evocación convertida en monumento, a la última vía
terrestre por la cual transitó, el 28 de octubre de 1959, rumbo al
aeropuerto internacional Ignacio Agramonte, desde el cual partiría,
cerca de las seis de la tarde de ese día, de vuelta a La Habana, en una
avioneta Cessna 310 de color rojo y blanco.
Desapareció en el vuelo, pero se posó para siempre en la historia y en el corazón del pueblo cubano. El Comandante Camilo Cienfuegos, jefe del Estado Mayor del Ejército
Rebelde, volvía a la capital tras su segundo viaje a Camagüey
relacionado con la neutralización de la traición encabezada por Huber
Matos, entonces jefe militar de la provincia.
Una semana antes, en la mañana del 21, arribó por primera vez a la
localidad, en la cual detuvo al traidor, y después participó con Fidel
Castro en un acto en el Regimiento Dos, Ignacio Agramonte, ante cerca de 30 mil
personas que allí llegaron en marcha de pueblo combatiente, encabezada
por el Comandante en Jefe.
En aquella época, la Avenida Finlay no tenía en sus flancos tantas
edificaciones como ahora, ni tampoco la rotonda construida para
viabilizar la circulación vehicular en el área donde aquella vía es
interceptada por la carretera circunvalante que no existía en 1959.
Ahora, dentro de la rotonda, se erige el conjunto escultórico en
honor al Héroe de Yaguajay, inaugurado el último 28 de octubre, al
cumplirse el aniversario 54 de su desaparición física
El santiaguero radicado en La Habana, José Villa Soberón, galardonado
en 2008 con el Premio Nacional de Artes Plásticas y de notable
experiencia en la realización de monumentos, concibió el proyecto,
encomendado por la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey.
La obra, metálica y sobre un depósito de agua, consta de cuatro
estrellas, tres de las cuales contienen el rostro de El Señor de la
Vanguardia, y en la otra, la expresión de Fidel: “En el pueblo hay
muchos Camilos”.
Alegorías en honor al Héroe en la capital camagüeyana radican,
además, en el aeropuerto internacional Ignacio Agramonte, la Escuela
Vocacional Camilo Cienfuegos, y el Casino Campestre, el mayor parque
urbano de Cuba.
El de la Avenida Finlay es otro clamor por la inmortalidad del
Comandante del sombrero alón y la sonrisa desbordada, acerca quien dijo
el Che: “En su renuevo continuo e inmortal, Camilo es la imagen del
pueblo”.
Texto: Adolfo Silva Silva / Fotos: Rodolfo Blanco Cué (Servicio Especial de la AIN )
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