jueves, 25 de febrero de 2016

Un complemento para el desarrollo turístico camagüeyano



Hace apenas dos años, el restaurante particular Mesón del Príncipe, en la ciudad de Camagüey, presentaba un nivel de comercialización muy diferente al que exhibe actualmente, con ingresos en el último calendario superior a los 500 mil pesos en moneda nacional.
Varios factores han contribuido a que esa instalación esté hoy en las punteras de la gastronomía en esa urbe, y entre los determinantes destacan los contratos con las agencias de viajes del Ministerio del Turismo (MINTUR), y el correspondiente acceso a un mercado exclusivo para la hostelería estatal hasta 2014, afirma la periodista Lianet Leandro López, de la ACN en esta provincia.

Su propietario, Víctor Echemendía, aseguró que más del 70 por ciento de esa venta se obtuvo a través de los diferentes convenios con las agencias, y gracias a ello, el aporte de su restaurante al presupuesto del Estado en 2015 superó los 112 mil pesos, el doble con respecto al ejercicio precedente.
 
El Mesón del Príncipe pasó de una clientela fluctuante, inestable, a un mercado sólido, que en temporada alta asegura una demanda de al menos un grupo diario, y que se ha revertido no solo en más ventas y mejores salarios para el personal, sino también en la mejoría constante de la instalación, explicó.
 
La contratación con las agencias del MINTUR no solamente reporta beneficios para los emprendedores por cuenta propia; a su vez esas instituciones han ganado en la variedad y en la calidad de las propuestas para los turoperadores extranjeros.
 
Para nadie es un secreto el hecho de que la gastronomía estatal, incluso la asociada al sector del turismo, se ha deprimido en los últimos años, mientras los restaurantes privados constituyen una competencia fuerte por su flexibilidad en lo que pueden brindar.
 
Luis Vázquez, gerente de Havanatur, una de las que más ha trabajado con el sector no estatal, comentó que para el turoperador o la agencia foránea no hay diferencia en la forma de gestión a la hora de elegir el lugar donde comerán sus clientes, pero la demanda habla por sí sola.
 
Según comentó el directivo, de los 12 contratados en Camagüey, los restaurantes 1800, ubicado en la plaza de San Juan de Dios, El Paso, en la del Carmen, y el Mesón del Príncipe, cercano a la plaza de los Trabajadores, son los que más grupos reciben a través de las referidas instituciones, por encima de sus pares estatales.
 
Por su parte, las casas de renta u hostales privados también se incluyen en la cartera de las agencias del ministerio del ramo del ocio, aunque al decir de Rodolfo Durán, arrendador con 16 años de experiencia en el giro, para ellos la relación no ha sido tan satisfactoria, al menos al compararlo con el éxito referido por los restaurantes.

A excepción de Havanatur, que aquí en Camagüey sí ha realizado un trabajo muy serio, los contratos con otras no han rendido los frutos esperados, pues apenas nos envían clientes, cuanto más los guías y choferes de los ómnibus, y priorizan los hospedajes en los hoteles, explicó el hostelero.
 
Refirió su percepción de que las 55 casas (106 habitaciones) elegidas en la provincia camagüeyana para formalizar los contratos, luego de un cuidadoso levantamiento, están subutilizadas, incluso cuando muchas de ellas poseen estándares similares o superiores a sus homólogos del sector estatal.
 
En ese caso está su propiedad, el Hostal Rodolfo y Xiomara, con 11 habitaciones dobles para arrendar,  las cuales cumplen requisitos de comodidad, climatización, agua fría y caliente, privacidad, y servicios de desayunos, comidas y bar, entre otros.
 
Con una excelente puntuación en TripAdvisor, la web de viajes más consultada a nivel internacional, genera positivos comentarios como el del usuario Grant P, de Nueva Zelanda, quien en ese sitio lo catalogó como “pequeño hotel de estilo boutique”, por la exclusividad y personalización de la atención.
 
La contratación entre particulares y el MINTUR constituye una alianza estratégica que apunta a convertirse en un pilar fundamental para el desarrollo turístico en el país, máxime en tiempos en los cuales Cuba representa un foco de atención para viajeros de todo el mundo.
 
Con más luces que sombras afortunadamente, se impone todavía desterrar viejos prejuicios y avanzar más en el camino de la colaboración mutua, en función de la hospitalidad y la excelencia, las que el visitante realmente busca y por las cuales regresa.    

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