viernes, 29 de marzo de 2013

Camagüey, ciudad de cinéfilos


Así quedará la entrada de la galería entre los cines Casablanca y Encanto
La trascendencia en el imaginario colectivo de la calle Ignacio Agramonte en la ciudad de Camagüey como la “Calle de los cines” motivó la idea de renovar una vía que en su proyección centenaria ha preservado las huellas del Séptimo Arte aqui.
(VIDEO) Recuperar historia y ciudad en Camagüey

“El proyecto es una idea que hemos trabajado por varios años y se caracteriza por la continua concertación entre el equipo técnico y los organismos implicados”, explicó José Rodríguez Barreras, director de la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey (OHCC) a los colegas Yanetsy León González y Eduardo Labrada Rodríguez.

Esquina de Lope Recio e Ignacio Agramonte
Las instituciones ubicadas en la zona tienen el reto de poner en armonía con ese empeño su imagen y la excelencia de sus servicios. Uno de esos organismos es Turismo, principal inversionista del futuro hotel Santa María, cuya construcción debió iniciar desde junio del 2010.

“A diferencia de la calle Maceo —la obra de mayor envergadura de Ciudad 500—, aquí la remodelación no va dirigida fundamentalmente a la vía, sino a las edificaciones; queremos aportar al rescate de la tradición cinematográfica en la ciudad y mejorar la apariencia y la calidad de vida en toda el área desde la Plaza de El Gallo hasta la de los Trabajadores”, agregó Rodríguez Barreras.

Los trabajos comprenderán el soterrado de las líneas eléctricas y de comunicaciones, la eliminación de barreras arquitectónicas y el ensanchamiento de las aceras, las cuales, en losas prefabricadas de granito, simularán las cintas de cine de 35 milímetros. Otro cambio importante será la eliminación del parqueo para que los transeúntes puedan disfrutar su paso por el concurrido entorno, que todos esperamos quede “de película”.

LA CALLE DE LOS CINES


En el historial de la “Ignacio Agramonte” hay elementos de gran valía. Como se advierte en una placa en la fachada del restaurante La Isabella, el Salón Palatino mostró imágenes en movimiento en 1908. En 1913, ya el teatro Avellaneda tenía los aparatos de última generación para mostrar películas compradas en Estados Unidos y Europa.

La nueva calle entre los cines...


Quizás algunos abuelos recuerden a los cantantes y actores Jorge Negrete y Miguel Aceves Mejías en la presentación de filmes mexicanos en el “Casablanca”, eso sin contar el desfile de personalidades por la sala Nuevo Mundo, durante el Taller Nacional de la Crítica Cinematográfica.

“Ciudad 500” pretende acercar más a las personas y revitalizar prácticas culturales con opciones que avalan el pensamiento. De hecho, el asunto de los cines motivó catarsis en más de una asamblea de la UNEAC. Por eso el crítico e investigador Juan Antonio García Borrero y su colega, Armando Pérez Padrón, fueron los principales asesores de esta utopía realizable que pondrá a Camagüey en su merecido lugar en el contexto audiovisual contemporáneo.

El “Encanto” será una sala multifuncional y el “Casablanca” un multicine con varias salas de exhibición, una de ellas para 35 mm, e incluirá un bar. El parquecito intermedio resurgirá como una galería peatonal para comunicar la calle Ignacio Agramonte con el Callejón del Rincón.

Con la sumatoria del local del Taller de Mantenimiento del ICAIC, la “Nuevo Mundo” logrará la categoría de complejo, con servicios de mediateca especializada, un bar-cafetería, la sede de la Cátedra de Pensamiento Audiovisual Tomás Gutiérrez Alea, y como espacio de discusión, asesoramiento de investigaciones y para ejercicios académicos, entre otros.

Para mayor coherencia resulta vital la ambientación del tramo con motivos del cine, desde las aceras hasta las paredes de las otras instalaciones que, pese a lo que se crea, no están ajenas a los procesos de la cultura.

Este paseo temático implica la recuperación y adaptación de instituciones y locales y la construcción de baños públicos, e involucra el respaldo creativo en materia gastronómica y de servicios para tributar con suficiencia al deleite visual de transitar o permanecer allí. Será un rodaje constante, una película viviente donde los personajes son los habitantes y la protagonista, la ciudad.

LA PLAZA Y SANTA CECILIA

Sin la tarima de por medio, el paisaje de la Plaza de los Trabajadores será una delicia. Las últimas tablas de la última tarima “cultural” instalada a desgaire en el entorno lugareño en la Plaza de los Trabajadores, fueron retiradas y comenzó la remodelación.

Finalmente, la ciudad se libra de un polémico espacio que por años, reñido con la estética, recibió críticas de todos los matices desde que, en los inicios de 1960, se le añadió como prótesis al San Juan en forma de Teatro del Pueblo, programa que jugó atractivo papel en aquel momento y naufragó luego junto con el concepto original de las tradicionales fiestas camagüeyanas.

Así quedará la tapia de la entrada trasera del Gran Hotel
En el contexto del plan de manejo y gestión de la zona proclamada Patrimonio Cultural de la Humanidad, la bicentenaria Plaza de los Trabajadores representa una joya especial en la agenda diseñada por la OHCC para el aniversario 500 de la antigua Villa, a conmemorarse el 2 de febrero del 2014. Este proyecto suma el edificio de la Benemérita Sociedad Popular de Santa Cecilia, antigua sociedad de cultura y recreo, paradigma de la arquitectura ecléctica de la localidad, cuya estampa es sin dudas emblema de las primicias lugareñas del siglo XX.

En el programa Ciudad 500 se encuentra esta audaz rehabilitación que por su alto valor estético dará un nuevo encanto y apertura de posibilidades urbanas de circulación y esparcimiento.

La actual remodelación de la Plaza eliminará el parqueo y dejará una vía de acceso por la calle Charles A. Dana, por el frente de la iglesia y el convento La Merced, para convertir el resto en acera peatonal con la ceiba al centro y senderos trazados sobre las losas. Tampoco habrá paso vehicular por el callejón de Mojarrieta, entre el edificio del Banco de Crédito y Comercio y La Popular.

Las reformas en el inmueble de la Sociedad Popular de Santa Cecilia lo convertirá en un Centro de Eventos con salas de conferencias, paraninfos, protocolo, servicios gastronómicos especializados y otras prestaciones.

La OHCC labora además en la instrumentación del ya necesario Reglamento de Control Urbano, código legal imprescindible para las ciudades contemporáneas, porque si bien estas obras constructivas requieren el apoyo directo de entidades y organismos, el toque final corre a cargo de los ciudadanos con las buenas prácticas urbanas.

1 comentario:

  1. qué bueno que una actividad tan especial y constructiva como el cine tenga el aprecio de un pueblo.

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