martes, 9 de julio de 2013

De nuevo en Camagüey su estrella mirador


La puesta en marcha de la estrella mirador del Parque de diversiones de la ciudad de Camagüey, constituye atracción fundamental  del momento, tanto para los mayores que disfrutamos de su altura en épocas remotas, como para los que desde ahora disponen de una vista sin igual, para apreciar a cierta distancia los techos coloniales y modernos que conforman el conjunto urbano camagüeyano.
Con 25 metros de alto y 20 cestas con capacidad para cuatro personas, la noria es una de las más altas de Cuba. Las otras se ubican en el Parque Lenin, de La Habana, y en la ciudad de Santiago de Cuba, territorio este al cual acudieron los involucrados en la reparación para adquirir habilidades y experiencias.

Aún faltan detalles por pulir, como la velocidad en la vuelta completa, la iluminación nocturna y aspectos de la decoración, pero lo importante es que ya funciona, algo que parecía imposible, pues incluso estuvo a punto de ser demolida en una ocasión, por el estado ruinoso de los componentes metálicos.
 
El costo de la recuperación ronda los 100 mil pesos, y ahora el reto es garantizar el disfrute de la población y mantener el cuidado del equipo.







Con más de 35 años de funcionamiento el popular parque infantil Camilo Cienfuegos o “Japonés”, fundado el 19 de julio de 1976, renueva su imagen con la reparación de varios aparatos, además de la estrella, y en el mejoramiento del sistema de iluminación, y la estrella es su símbolo más emblemático.











Este verano los camagüeyanos tienen mucha alegría también por la apertura de dos piscinas para niños en el área que antes ocupaban los famosos hidrodeslizadores, a los cuales no pudo llegar el nuevo impulso recuperador, pues simplemente ya no existen ni sus restos.




También terminan dos piscinas en el Parque infantil
La ampliación de la red gastronómica con un nuevo restaurante y la habilitación de un área para carpas figuran también entre los atractivos de esta instalación, cuyos trabajadores estrenan la gestión autofinanciada del colectivo, la cual deberá influir en mejoras de la calidad de los servicios y en el incremento de ofertas, pues de sus resultados dependerán los ingresos.









Fotos: Rodolfo Blanco Cue (AIN) y Otilio Rivero Delgado

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